Queremos homenajear al escritor, poeta y violinista oriolano Jesús Poveda Mellado, "un hombre decidido y sin complejos" en el centenario de su nacimiento (12 de septiembre 1912-2012). Amigo de Miguel Hernández, Carlos Fenoll, Ramón Sijé... Blog dirigido por Ramón Fernández Palmeral con la colaboración especial de Marisa Poveda Fenoll.
martes, 4 de septiembre de 2012
Libro "Poemas" de Ediciones " Silbo" de 1936
Jesús Poveda publicó cuatro poemas junto a Carlos Fenoll y Justino Marín:
Amor.- Deseo.- Optimismo.- Un beso de mujer.
AMOR
A Maruja MALLO, mi amor desconocido.
Porque ya fui amante enamorado
que enamoradas di mis ilusiones;
porque ya fui raptor de corazones
y de un verde labrado en el arado.
Porque ya suspiré amor enflautado
que llevó a mi razón otras pasiones
y trocóse mi voz en otros sones,
no por esto seré desesperado
que me corte la vena del olvido
en el viento vibrante de la duda,
sino que haré de fuego mi existencia
y moldearé de nuevo mi gemido,
que surja amor donde haya sangre muda
y haga voces de amantes de insistencia.
Nota.-
La pintora gallega surrealista Maruja Mallo era amiga de Miguel Hernández y e ilustró con sus viñetas el primer número de la revista "Silbo".
DESEO
Temo llevarte estrecho en mi costado
y viciarte a ser siempre corazón;
temo una pena, un odio, una ilusión
que te ponga de espasmo, desalmado.
Temo que sufras verte pronto ajado
y se acabe el zig zag de tu emoción:
temo temerte -¡que es ya desazón!—
y te me vuelvas de rojo, morado.
¡Qué temor y qué nudos apretados
impiden que vocee mi desaliento!
No cesará en mi alma este desvelo
hasta que luzcas soles argentados,
aires de más pureza que este viento
y otro mundo más puro que este suelo.
OPTIMISMO
De voz que yo no tuve como grito
surgió más imprevista tu figura,
y fuera eso, o fuera tu hermosura,
un corazón apeno y deshabito.
En sombras labro amor, y necesito
en sombras cimentar tu arquitectura;
no soy galante que de galanura
engalane esta duda que aún habito.
Me tienes que dejar dar otras voces
que llenen de energía mis pulmones
y rompa oscuridades que me anulan;
tienes que darme unas ansias como hoces
para cortar el velo que me pones
en las venas que sangre no acumulan.
UN BESO DE MUJER
Llevaste miel donde un panal tenía
de abejas que, libando tu sonrisa,
tejieron el dolor en mi camisa
y ardieron en un fuego que no ardía.
Pusiste celo donde velo había
y donde más deseo mi pudor eriza:
¡nunca te hubiera visto de sumisa
con luz para vencer tu celosía!...
¡Líbame el corazón en mis tumores,
que no me duela más este deseo!;
¡hazme patrimonio de todo el fuero
que llevas en tu boca de sudores,
y suda más el panal que poseo,
hasta que viva haciendo como muero.
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