Homenaje a Jesús Poveda

jueves, 30 de agosto de 2012

De cómo conocieron Jesús Poveda y Ramón Sijé a Miguel Hernández


(Ramón Sijé por Palmeral, 2006)

Se observan muchas imprecisiones en el libro de Jesús Poveda. Y es que el tiempo suele reinvertar nuevas verdades. En las páginas 35 y 36, nos relata de cómo él y Ramón Sijé conocieron a Miguel "Visenterre", dado a concer por Carlos Fenoll, leemos:


"El panadero [Carlos] Fenoll vivía cerca del despacho donde yo trabajaba[con el abogado Tomás López Galindo]. De vez en cuando, en las tardes, llegaba hasta allí a saludarme tras la reja, él desde la calle, y casi siempre me dejaba algún trabajo suyo que yo procuraba que saliera publicado en Actualidad, abusando de la bondad de mi jefe.

Para Voluntad [Cronología: de marzo a septiembre de 1930, salieron 13 números] fui yo, precisamente, el que le pedí su colaboración [la de Carlos] y por mi mediación fue que se conocieron Marín y él [Carlos], así como por la de Fenoll conocimos nosotros al cabrero-poeta de Orihuela, Miguel Hernández, que entonces usaba de segundo apellido el de Giner [el segundo de su madre].

Ocurrió lo siguiente: para nuestro tercer número de Voluntad nos llegó a la imprenta, bajo sobre cerrado, un precioso soneto en alejandrinos titulado el "Nazareno". Nos deslumbró. ¡Esto sí era un poeta! Lo firmaba Miguel Hernández-Giner. . . ¿Quién sería este poeta? ¿Era esto otro plagio? Temamos que averiguar quién era este poeta.

Fenoll, el panadero, nos sacó de esta incógnita. Este poeta era su vecino, de la misma calle de Arriba y cabrero de profesión. Pero no se le conocía así, sino por su apodo de El Vicenterre. ¡Vaya sorpresa la nuestra!"

En esta foto de grupo de alumnos del Colegio Santo Domingo de 23 de diciembre de 1923, vemos a Pepito Marín y a Miguel Hernández juntos, por lo tanto Pepito y Miguel ya se conocian. Deberían ser muy torpes para no verse entre una veintena de alumnos.




Continúa Jesús Poveda:

"Creo que fue ese mismo día cuando Carlos Fenoll nos dijo quién era El Vicenterre (sic) [Visenterre], y nos fuimos a la caída de la tarde en su busca. Llegaba el poeta de la huerta de Orihuela y hacía su entrada con el rebaño de cabras por las puertas de la ciudad que dan al antiguo Colegio de Santo Domingo, que viene quedando exactamente detrás de la casa donde él vivía. Cargaba ese día sobre su cuello un chotillo recién nacido. Carlos, Sijé y yo nos adelantamos a su encuentro, como si nos hubiéramos hallado con un personaje de leyenda, y estrechamos su rústica mano de pastor, y él se rió y se alborozó: ya tenía tres amigos verdaderos. Empezaba a caminar el año de 1930".

El director real de la publicación fue Ramón Sijé. En un manuscrito suyo, al hablar de esta revista, el propio José Marín Gutiérrez, al referirse a Voluntad, recuerda: ‘¡(...) soy redactor-jefe! (...)’. Por otra parte, también lo corrobora uno de los promotores de la revista, Jesús Poveda, al profesor José Muñoz Garrigós: ‘maduramos entre él [Sijé] y yo la idea de hacer una revista literaria quincenal, que podríamos costear con anuncios. Desplegamos los dos en ésto mucha actividad. La revista en cuestión se llamó ‘Voluntad’ y desapareció con su número 13. Yo fui, pues, redactor y fundador de ella, con José Marín, como director’. (El Eco Hernandiano digital)

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