Homenaje a Jesús Poveda

martes, 20 de febrero de 2024

Primeros meses de la Guerra Civil en Alicante

 

 

Primeros meses de la Guerra Civil en Alicante

Como Valencia no se sublevó, Alicante tampoco

20 febrero 2024,

Las pasiones políticas, el genio literario, la vitalidad cultural, el idealismo individual, la generosidad de todas las clases españolas estaban en pleno apogeo en el año 1935.

                                (Gabriel Jackson: «La República española y la guerra civil», 1976)

Estamos de acuerdo con una Ley de Memoria Histórica en España, ahora convertida en Ley de Memoria Democrática partidista (ambas leyes saltaron por encima de la Ley 46/77 de Amnistía, durante la Transición), que investigue y esclarezca todo lo que sucedió, tanto en un bando como del otro, donde las chekas, los paseos, las sacas de presos o como los fusilamientos de Paracuellos del Jarama (entre ellos el de Pedro Muñoz Seca) que estaban a la orden del día en zona republicana. Nos preguntamos, sin embargo: ¿cuál ha sido el interés de estas dos leyes de Memoria, sino la de echar más leña el fuego de la memoria colectiva? No ha sido para esclarecer toda la verdad de quiénes fueron los autores intelectuales, cuando, hoy, en 2024 a la gente joven le importa un bledo lo que sucedió en nuestra Guerra Civil hace 88 años. O leyes dictadas por los que perdieron la guerra (toda la izquierda) amparan ahora derribar las cruces de los «Todos los Caídos» incluida la del Valle de los Caídos en Cuelgamuros, como si la memoria del periodo franquista o de Azaña se pudiera borrarse de nuestra Historia, es decir, como si nunca hubiera sucedido...

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lunes, 30 de octubre de 2023

Josefina Fenoll. "Ramón Sijé. Memoria". Novia panadera

 

Artículo de Josefina Fenoll Felices, la novia de Ramón Sijé: Memoras

Yo empecé a tratar a Pepito Marín en abril de 1932, una tarde que fui, como de costumbre, a llevar los panecillos a su casa. Tocaba el picaporte, y por la forma de tocar, ya sabían que era yo. Ese día bajó él y me dijo: "Tengo interés en hablar contigo porque pienso escribir un artículo sobre tu hermano Carlos". Le contesté a todo lo que él quería saber. Escribió el artículo, y cuál no sería mi sorpresa, cuando lo leí, que decía muchas cosas bonitas para mí. Eso me halagó. Yo va sabía que él era un muchacho que prometía mucho, tenía fama de inteligente. Desde ese día ya hablamos diariamente, pues él calculaba la hora en que yo terminaba de hacer el reparto del pan y salía a mi encuentro. Me acompañaba hasta cerca de mi casa. Pero un día que un amigo v pretendiente mío (Pepín Cases) me estaba saludando, en esto se asoma Pepi­to Marín por una esquina, y él que ve eso, podríamos decir aquello de "trocose amor en locura", porque se abalanzó sobre el pobre Pepín, ajeno a lo que estaba pasando, y no sé cuántas cosas dijo: entre otras, que yo era su novia y que no me tenía que molestar para nada. Entonces fue cuando yo me enteré de que éramos novios.

Ese día, cuando nos despedimos, me dijo que le avisara a mi madre de que "mañana, a las siete de la tarde, voy a ir a hablar con ella", y así fue. Yo preparé el asunto para que lo recibiera.

Lo que más preocupó a mi madre fue que me tenía que retirar del repar­to de los panecillos por la calle, y me asignó otro trabajo. Pasé a despachar el pan de la tarde en el mostrador de la panadería. Así empezó nuestro no­viazgo formal.

Pepito venía siempre a hablar conmigo de siete a nueve de la noche. Algu­na vez, no siempre, venía Miguel con mi hermano Carlos y hablaban de litera­tura. Mi hermano y Miguel lo respetaban mucho, pero no había esas grandes reuniones de que se ha hablado. Él iba a estar con su novia y nada más.

Siempre me trató con mucho cariño, como si fuera una persona mayor, v sólo tenía siete meses más que yo. Nació el 16 de noviembre de 1913, y yo el 12 de junio de 1914. Para llamarme siempre me decía "Nena". Tenía muy buenos detalles para mí. Podría contar muchas anécdotas. Recuerdo una vez que tuve un resfrío y no pude bajar a hablar con él, entonces me mandó con una de mis hermanas un termómetro, porque él quería saber si yo tenía fiebre para mandarme a su médico, y mi madre y mis hermanos se reían de verlo tan nervioso; pero él iba dos o tres veces al día con el termómetro es la mano.

A veces tenía cosas de niño travieso, como lo de subir a San Miguel bajarse después por la sierra que daba atrás de la panadería de mi casa, y m* llamaba a gritos, y decía: "¡Nenaaa! ¡Te quiero!". Después venía a pregun­tarme si lo había oído bien.

Nunca frecuenté su casa siendo novia, y sí la frecuenté cuando él murió.

Sí, me comentaba todo, me leía lo que escribía, sobre todo por corregirse él mismo y tomar notas, pues yo entonces no estaba preparada para asimila toda esa literatura tan formidable. La dedicatoria "A J.E, por la presencia de su clavel, por la ausencia de su canario"', fue porque se me había muera un canario al que yo quería mucho, y me vio llorar. Se fue corriendo y me trajo un ramo de claveles...

¿Cómo era Pepito Marín? En un escrito que hizo su hermano Justina decía: "Físicamente, la naturaleza no le prodigó todos sus dones; pero espiritualmente, el Creador le hizo partícipe de sus dotes"'. Sí, efectivamente. Era menudo, medía 1,60, y no llegaba a los 50 kilos de peso: estrecho de pecho no pudo hacer el servicio militar; muy parco en el comer, nunca bebió bebidas alcohólicas ni fumó; muy sensible, demasiado. Nunca llevaba dinero, no 1 interesaba. Cuando necesitaba algo, se lo compraban en su casa. Tenía mucho sentido del humor. Le gustaba dar largos paseos cuando tenía tiempo… 

(Falta texto). (Tuve tres hijo y siete nietos). Fallecio en Cuernava, Mexico, en casa de su hija Marisa.



Texto de Josefina Fenoll Felices publicado en la revista Batarro (Almería), 5 de abril de 1984.

miércoles, 3 de mayo de 2023

Libro" Un paseo con Ramón Sijé por su Orihuela. de Julio Calvet


 "Desde la calle Mayor de Ramón y Cajal hasta la glorieta de Gabriel Miró".

ECU, el miércoles 10 de mayo de 2023 se presenta en el Casino de Orihuela, por Aitor L.Larrabide  que es ademas autor del prólogo.

lunes, 14 de marzo de 2022

Libro. "80 años de la muerte de Miguel Hernández", por Ramón Palmeral

 

 


Libro Amazon: 

de Ramón Fernández Palmeral

El presente año 2022 es un año hernandiano por excelencia, puesto que se cumplen los 80 años de la muerte del universal poeta Miguel Hernández, acaecida el 28 de marzo de 1942 cuando se hallaba preso del franquismo en la enfermería del Reformatorio de Adultos de Alicante, por varias enfermedades pulmonares, contraídas durante su cautiverio, contaba tan solo treinta y un años edad.
Para conmemorar tan relevante acontecimiento, el hernandiano Ramón Fernández Palmeral presenta a lo largo de 31 artículos monográficos, un anexo con ilustraciones inéditas de su autoría 80 años de la muerte de Miguel Hernández. Componen una serie de monográficos que quedaron fuera del libro Miguel Hernández. El poeta del pueblo (biografía en 40 artículos), ECU, 2019. Por consiguiente los dos libros son complementarios y conforman un corpus biográfico.
El prólogo es del escritor y magistrado oriolano Julio Calvet Botella, que además aporta información de varios artículos inéditos relativos a su familia.
Por la Ley Propiedad Intelectual de 22/1987 antes del 7 diciembre de 1987 tendrán la duración prevista en la Ley anterior de 10 de enero de 1879 sobre Propiedad Intelectual y la transitoria tercera de la L22/1987, la obra de Hernández pasa a dominio público.

domingo, 30 de mayo de 2021

Josefina Fenoll, el amor imposible de Miguel Hernández

 


                                                              (Josefina Fenoll en 1936)


Por Ramón Fernández Palmeral

    Tras los estudios realizados en la biografía de Carlos Fenoll: Trayectoria vital y poética, he llegado a la conclusión que Josefina Fenoll, hemana de Carlos, fue el amor imposible de Miguel Hernández, y para ello me voy a permitirme hacer la siguiente exposición de mis hipótesis.

    Josefina Fenoll Felices “la panadera del pan más trabajado y fino” y Miguel Hernández eran  vecinos de la calle de Arriba, se conocían desde 1927, cuando ambos pertenecían al Cuadro  Artístico Musical de la Casa del Pueblo 1927-1928,  que dirigía el cartero José Bonavia, situada en la calle Barcala núm. 38, sede le Partido Socialista Obrero Español. Josefina tenía 13 años y Miguel 17 años. Josefina era muy bella y fácil enamorarse  ella, con los años su belleza fue en aumento.  Pero no son los estos años cuando siente un enamoramiento con la vecina, sino que mi hipótesis se remonta a los años 30, y luego a 1936, tras la muerte de ramón Sijé, que es cuando intenta pretenderla, como veremos más adelante.

   Por los años treinta Miguel rondó a Carmen Sampere Reig, La Cabalaca, oficiala en el taller de costura de la calle se San Juan, donde años después en 1933 trabajaría Josefina Manresa. Carmen, también era amiga de Josefina Fenoll, y algunos domingos acudía al baile que organizaban en la azote de la tahona, donde acudían algunos jóvenes como Juan Murcia Bascuñana y el primo Antonio Gilaber y Jesús Poveda, Carlos y su novia Ascensión, pues Carlos tenía un gramófono. Carmen rechazó las solicitudes de noviazgo de Miguel, y no llegaron a nada concreto.  Sin embargo, algunos  biógrafos especulan que el soneto de enero de 1930, está dirigido a Carmen, sin que el autor la nombre explícitamente:

Estoy perdidamente enamorado
es una mujer tan bella como ingrata;
mi corazón otra pasión no acata
y mis ojos su imagen tan plasmado.
(O.C. página 161)

   Mi pregunta es, ¿por qué razón ha de estar  dedicado a Carmen y no a Josefina Fenoll?, que ya  tenía 15 años y seguramente acudía también al baile de los domingo en la tahona.

   Miguel siguió los pasos de una actriz de 14 años, Josefina, que actuó en la representación de Doña Clarines, donde hizo de botones con “naturalidad y gracia”, según la prensa local del 10 de diciembre de 1928. Los amigos de Miguel forman el grupo de teatro “La Farsa” que lleva el nombre del coleccionable “La Farsa”, y se reunían en el Café de Levante. Representaron las obras Juan José de Dicenta, Los Semidioses de Antonio Oliver, dirigida por el Tarugo. Sabemos que Daniel Cases García (diez años mayor que Hernández) dirige las obras El verdugo de Sevilla (de Pedro Muñoz Seca y Miguel García Álvarez). Se representará Parada y fonda (de Vital Aza).


    Cuando Carlos Fenoll publica el poema “Canto al nuevo jardín oriolano”, en el quincenal “Actualidad”, el 6 de junio de 1929, Miguel que lee el poema  y ve la firma de Fenoll, inmediatamente el evoca a Josefina Fenoll, compañera en el Cuadro Artístico, y  le pregunta si Carlos Fenoll era su hermano ella contesta afirmativamente y y Miguel acude a la tahona de la calle de Arriba entrevistarse con él. Finca en la que vivían desde 1927, pues tras la  muerte del canónigo Antonio Muria la donó a la Iglesía, y el padre al compró

    Miguel visita la tahona casi a diario por la tardes después su trabajo de pastorear y reparto de leche. Se reúnen el alcabor, quiere que Carlos sea su mentor, éste le dedicarle “La sonata pastoril” en El Pueblo de Orihuela, 23 de diciembre de 1929, y con ello lo presenta al mundo local y literario olecense, y Miguel publicará su “Sonata pastoril” el 15 de enero del 30 en El Pueblo de Orihuela.

    Miguel, que no tiene nada que ofrecer a Josefina Fenoll y, que no pude convivir con el padre, trabajo al que no le ve futuro, pues aspira a más, a ser escritor reconocido, dramaturgo.  Los 21 año de edad, queda excedente de cupo del servicio militar, y el 30 de noviembre de viaja a Madrid a buscar fortuna como escritor y poeta, hasta que ha de regresar a mediados de mayo de 1932, enfermo y desengañado.
    Por estas fechas Josefina repartía el pan por la casas, entre ella la de los padre de Ramón Sijé (Pepito Marín). En abril de 1932 se hacen novios. Miguel que sigue enamorado de Josefina Fenoll no tiene nada que ofrecerle y se conforma con que la pretenda su  amigo del alma, quienes se conocían desde la publicación de “El Nazareno” en la revista “Voluntad” de Ramón Sijé y Jesús Poveda, figurando como director  José Martínez Fabregat, solo con el nombre porque era el único mayor de edad. A partir de este noviazgo, doña María Monserrate Felices, madre de Josefina la pone de dependienta en el mostrador del despacho de pan por las tarde, para que no esté de casa en casa. Ramón Sijé irá puntualmente por la tardes de 7 a 9, sin que, según testimonios, no participara de las hipotéticas reuniones poéticas de la tahona, ya desmentida.  Aunque la relación de amitas entre Sijé y Hernández se fortalecen, pues no en vano, Sijé le buscó contactos en Murcia y le escribió el prólogo de “Perito en lunas”, publicado el 20 de enero de 1933, y amistad con Antonio Oliver, Carmen Conde, Juan Guerrero Ruiz, Ernesto Giménez Caballero...

    Entre lo poemas que pudieran estar inspirados en  Josefina Fenoll he encontrado el ya citado soneto “Estoy perdidamente enamorado” de enero de 1929.

    También he encontrado un poema titulado “Amorosa”, posiblemente de 1930, con una cita de Balzat  Juventud sin amores no es juventud. Que recuerda que la “J” de Juventud coincide con la inicial del nombre de Josefina. Y como el pelo de ella era algo rubio, escribe el poeta:

Muchacha de luengos cabellos de oro
y figura que sólo el pintor,
que deshojas las flores del grano tesoro
de los pocos abriles sin un amor.
(O.C. página 171)

   Evidentemente la muchacha de pelo como el oro, es una rubia y tiene pocos abriles, en 1930 tenía Josefina 16 años.

   Otro soneto “Una herida sangrante y pequeña”:

Del purpúreo coral doble rama;
un clavel que en el alba se inflama;
una fresa lozana y sedeña.

(O.C. página 192)

   En el verano de 1933, Miguel Hernández conoce a otra Josefina, a Josefina Manresa, costura, mujer casta y sencilla. Josefina Manresa es una morena andaluza también muy guapa, pero de alguna forma se consuela con el nombre, porque eran de caracteres muy diferentes. A finales de julio de 1935 rompen relaciones, ella lo que quiere dar lo que Miguel pide, pues venía ya muy liberado de sus viajes a Madrid. Tiempos en lo que se supone tuvo relación amorosa con Maruja Mallo.

   Cuando Ramón Sijé mure el 24 de diciembre de 1935, le escribe la famosa Elegía, en las estrofas, en  estrofas 14 y 15, respectivamente, escribe:

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

   Leyendo detenidamente estas dos estrofas vemos en su segunda lectura sublimar, que Miguel está pensado en la novia-viuda. "Voz de enamorado" no se está refiriendo al muerto sino a la novia, por eso en los versos anteriores dice "disputando tu novia", los vivos seran los que se queiren disputar la novi-viuda. Porque Miguel es de los poetas que suelta los conceptos para que la mente componga los significados.  Además en estas fechas del primero del 36, Miguel y Josefina estaban enfadados. No se restaurará esta relación hasta febrero del 36, cuando Miguel le pide permiso Manuel Manresa Pamies, porque además le tiene  que dirigirle las cartas al cuartel de la Guardia Civil que estaba en el edificio “El Paso”, hoy Sede la de Universidad.  

   Después de publicar en “El rayo que no cesa” el 24 de enero de 1936. En esa quincena escribe la otra Elegía, esta vez  dedicado a Josefina Fenoll, donde leemos clara alusiones un deseo de arrimarse, retirarse, estar conmigo etc... e incluos en un verlo le llama ya "compañera". Lo que es evidente, es que el enamoramiento venía ya de antes. En 1936, después de haber publicado "El Rayo que no cesa" y trabajar con Cossío se sentía más seguro de sí mismo y de sus posibilidades de conquistar a Josefina Fenoll. Leamos:

Tengo ya el alma ronca y tengo ronco
el gemido de música traidora…
arrímate a llorar conmigo a un tronco:

Retírate conmigo al campo y llora
a la sangrienta sombra de un granado
desgarrado de amor como tú ahora.

Arrímate, retírate conmigo:
Vamos a celebrar nuestros dolores
junto al árbol del campo que te digo…

Retírate conmigo hasta que veas
con nuestro llanto dar las piedras grama,
abandonando el pan que pastoreas.

A echar copos de harina yo te ayudo
y a sufrir por lo bajo, compañera,
viudad de cuerpo y de alma yo viudo.

  No se escribe un poema a la viuda de un amigo, sin más,  si no son con pretensiones, alusiones amorosas, si no piensa que él puede ser el sustituto del difunto.

   Quince versos de la  Elegía, se los envía a Carlos Fenoll, en carta de finales de enero de 1936 (C.O. páginas 2367-2370) donde le dice claramente “Estoy a punto de acabar una segunda elegía sobre la muerte de Ramón Sijé en ella la persona a quien me dirijo es tu hermana”.
   Párrafos más adelante en la misma carta escribe “dile que se decida de una vez que me cuente muchas cosas”. ¿A qué se tiene que decir si no es a escribirle para establecer una relación epistolar?

 En la despedida  de la carta  hay unos abrazos repetidos a Carlos "Te abraza y te vuelve a abrazar tu amigo que no te olvida nunca".

   Como Josefina Fenoll no se decidió,  como ya he comentado, en febrero de 1936 se restablece la relación epistolar con Josefina Manresa, pues necesita a alguien para hacerla depositaria de su actividades. Se ha conservan unas 300 cartas de Miguel a Josefina. Ninguna de Josefina a Migue, ¿qué hacía con las cartas?
El 18 de marzo del 36, estando en Puertollano en las Misiones Pedagógicas, y Miguel ha ganado en autoestima, escribe una tarjeta posta a Carlos donde le dice: “Di a Josefina que no se acongoje por mi llegada. Serenidad. Sé de su dolorosa y penosa situación y sé el remedio”. No hay que pensar mucho para deducir que el remedio es él, porque se supone que es el repuesto de Ramón Sijé.

   El 14 de abril del 36, está en Orihuela para leer alocución a Ramón Sijé, en la plaza que va a llevar su nombre. Por esta fecha es cuando Jesús Poveda se decide a conquistar el corazón de Josefina Fenoll dándole clases de sorfeo.  A finales de abril Josefina Manresa se tiene que ir a Elda con el padre pues lo han destinado aquí.  Está jugando a dos cartas que se llaman Josefinas, pero el luctuoso hecho del 13 de agosto del 36, cuando asesinan al padre.  Por esta fecha es cuando Jesús Poveda se decide a conquistar el corazón de Josefina Fenoll. Miguel ya no puede jugar más a dos carta y se decide por Josefina Manresa, que se ha quedado huérfana de padre y es la mayor de cuatro hermanos, y le propone matrimonio, que se levará a efecto el 9 de marzo del 37, actuando como testigos Jesús Poveda y Carlos Fenoll, que habían venido a Orihuela de permiso del frente.

   Cuando en agosto del 36 Miguel está en Orihuela, escribe a Cossio para recomendar a Poveda para que se lo lleve a Madrid como mecanógrafo. Pero no resulta la recomendación y Miguel se va solo a Madrid, donde estará el 18 en septiembre. Como Poveda se queda en Orihuela y están reclutando a milicianos, es cuando decide a optar al amor de  Josefina Fenol, hombre decidido y echado para adelante. Además estamos  en la guerra civil y no son tiempos como para pensarse la cosas demasiado tiempo. Poveda y Josefina se casaron el 13 de abril, de 1937.

   Es decir, que el amor imposible desde críos era Josefina Fenoll, lo que sucedió es que ella no demostró nunca interés por él, porque en realidad tampoco tenia nada que ofrecerle a una panadera, que no estaban mal económicamente.

   En carta del 31 de mayo de 1939, desde la cárcel de Torrijos, dirigida a la familia Fenoll “Queridos hermanos y primos” Josefina escríbeme y dime  de Poveda”. No sabemos si hubo cartas de respuesta.

   Cuando Josefina Fenoll se reencuentra con su marido el 14 de julio del 139 en Toulouse (Francia) debieron comentar la situación de Miguel. Además días antes había escrito a Pablo Neruda.

   Es decir que disponemos de pruebas de que Miguel rondó a Josefina Fenoll, sobretodo después de la muerte de Ramón Sijé, pero ella no lo consideró un partido. Por ello lo más adecuado es hablar de un amor imposible. Jesús Poveda era un competidor para Miguel, de hecho, en agosto del 36 Miguel pidió una recomentacióna Cossio para que Poveda se fuera de mecanógrafo a Madrid. (Ver carta)

Alicante. 8 de noviembre 2012



El comentario de Marisa Poveda Fenoll, hija de Josefina Fenoll,  confirma en Facebook lo que he expuesto antes:
Marisa Poveda Pues no es una sólo una teoría, mis padres solían hablar de esto, sobretodo mi padre que le decía a mamá a quien adoraba, -Miguel y otros estaban enamorados de tí pero ¡yo fuí el que me quedé contigo!.
..




lunes, 17 de mayo de 2021

Artículo de Josefina Fenoll Felices, la novia de Ramón Sijé

 Artículo de Josefina Fenoll Felices, la novia de Ramón Sijé:

Yo empecé a tratar a Pepito Marín en abril de 1932, una tarde que fui, como de costumbre, a llevar los panecillos a su casa. Tocaba el picaporte, y por la forma de tocar, ya sabían que era yo. Ese día bajó él y me dijo: "Tengo interés en hablar contigo porque pienso escribir un artículo sobre tu hermano Carlos". Le contesté a todo lo que él quería saber. Escribió el artículo, y cuál no sería mi sorpresa, cuando lo leí, que decía muchas cosas bonitas para mí. Eso me halagó. Yo va sabía que él era un muchacho que prometía mucho, tenía fama de inteligente. Desde ese día ya hablamos diariamente, pues él calculaba la hora en que yo terminaba de hacer el reparto del pan y salía a mi encuentro. Me acompañaba hasta cerca de mi casa. Pero un día que un amigo y pretendiente mío (Pepín Cases) me estaba saludando, en esto se asoma Pepi­to Marín por una esquina, y él que ve eso, podríamos decir aquello de "trocose amor en locura", porque se abalanzó sobre el pobre Pepín, ajeno a lo que estaba pasando, y no sé cuántas cosas dijo: entre otras, que yo era su novia y que no me tenía que molestar para nada. Entonces fue cuando yo me enteré de que éramos novios.

Ese día, cuando nos despedimos, me dijo que le avisara a mi madre de que "mañana, a las siete de la tarde, voy a ir a hablar con ella", y así fue. Yo preparé el asunto para que lo recibiera.

Lo que más preocupó a mi madre fue que me tenía que retirar del repar­to de los panecillos por la calle, y me asignó otro trabajo. Pasé a despachar el pan de la tarde en el mostrador de la panadería. Así empezó nuestro no­viazgo formal.

Pepito venía siempre a hablar conmigo de siete a nueve de la noche. Algu­na vez, no siempre, venía Miguel con mi hermano Carlos y hablaban de litera­tura. Mi hermano y Miguel lo respetaban mucho, pero no había esas grandes reuniones de que se ha hablado. Él iba a estar con su novia y nada más.

Siempre me trató con mucho cariño, como si fuera una persona mayor, v sólo tenía siete meses más que yo. Nació el 16 de noviembre de 1913, y yo el 12 de junio de 1914. Para llamarme siempre me decía "Nena". Tenía muy buenos detalles para mí. Podría contar muchas anécdotas. Recuerdo una vez que tuve un resfrío y no pude bajar a hablar con él, entonces me mandó con una de mis hermanas un termómetro, porque él quería saber si yo tenía fiebre para mandarme a su médico, y mi madre y mis hermanos se reían de verlo tan nerv ioso; pero él iba dos o tres veces al día con el termómetro es la mano.

A veces tenía cosas de niño travieso, como lo de subir a San Miguel bajarse después por la sierra que daba atrás de la panadería de mi casa, y me llamaba a gritos, y decía: "¡Nenaaa! ¡Te quiero!". Después venía a pregun­tarme si lo había oído bien.

Nunca frecuenté su casa siendo novia, y sí la frecuenté cuando él murió.

Sí, me comentaba todo, me leía lo que escribía, sobre todo por corregirse él mismo y tomar notas, pues yo entonces no estaba preparada para asimila toda esa literatura tan formidable. La dedicatoria "A J.E, por la presencia de su clavel, por la ausencia de su canario"', fue porque se me había muera un canario al que yo quería mucho, y me vio llorar. Se fue corriendo y me trajo un ramo de claveles...

¿Cómo era Pepito Marín? En un escrito que hizo su hermano Justina decía: "Físicamente, la naturaleza no le prodigó todos sus dones; pero espiritualmente, el Creador le hizo partícipe de sus dotes"'. Sí, efectivamente. Era menudo, medía 1,60, y no llegaba a los 50 kilos de peso: estrecho de pecho no pudo hacer el servicio militar; muy parco en el comer, nunca bebió be:- das alcohólicas ni fumó; muy sensible, demasiado. Nunca llevaba dinero, no 1 interesaba. Cuando necesitaba algo, se lo compraban en su casa. Tenía mucho sentido del humor. Le gustaba dar largos paseos cuando tenía tiempo… (Falta texto)

Texto de Josefina Fenoll Felices publicado en la revista Batarro (Almería), 5 de abril de 1984.

sábado, 15 de mayo de 2021

Libro: "Ramón Sijé, del periodismo al ensayo" por José Antonio Sáez Fernández, 2021

 

 


 Ramón Sijé, del periodismo al ensayo, constituye, en esencia, la memoria de licenciatura que su autor, José Antonio Sáez Fernán­dez, presentó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universi­dad de Granada en el mes de abril de 1984, con el titulo de Ramón Sijé: Textos dispersos y olvidados <1926-1936), dirigida por el profe­sor Miguel d'Ors Lois y que obtuvo la máxima calificación académica. Por distintas circuns­tancias, este trabajo permaneció inédito hasta que en el año 2020 el autor recibió una invitación por parte del director de la Fundación Cultural Miguel Hernández de Orihuela, Aitor L. Larrabide, para su publicación. De común acuerdo, el original revisado se enriqueció con los textos de Ramón Sijé incluidos en la revista El Gallo Crisis, así como con otros poco divulgados de Josefina Fenoll y el mismo Ramón Sijé, cuya reivindi­cación como un privilegiado escri­tor de gran personalidad y talento en constante evolución queda puesta de relieve en este trabajo.

 Publicado: Fundación Cultural Miguel Hernández 2021

Autor: José Antonio Sáez Fernández

Presentación de Aitor L. Larrabide

Prólogo de Francisco Javier Díez de Revenga

ISBN. 978-8494164-7-5

Páginas 472 

 

 


 

José Antonio Sáez Fernández es referente indiscutible en los estudios sobre Ramón Sijé, desde que en abril de 1984 leyera en la Univesidad de Granada su Memoria de Licencitura sobre Sijé. Nació en Albox (Almería) en 1957. Se licenció en Filología Hispánica por la Universidad de Granada con una Memoria de Licenciatura titulada Ramón Sijé: Textos dispersos y olvidados (1926-1936), presentada en la misma Universidad en 1984. Ha sido profesor de Lengua y Literatura Castellanas en enseñanza media hasta su jubilación en el año 2017. Es autor de los libros de poesía Vulnerado arcángel (1983), La visión de arena (1987 y 1988), Arbol de iluminados (1991), Las aves que se fueron (1995 ), Libro del desvalimiento (1997 ), La edad de la ceniza (2003), Lugar de toda ausencia (2005), Las capitulaciones (2007), Limaría y otros poemas de una nueva Arcadia (2008), Gozos de Nuestra Señora del Saliente (2010); así como de los volúmenes de poesía en prosa En la otra ladera (2018) y Los ojos deseados (2019). En narrativa ha publicado Virginia Woolf no pudo amarme (1983), recogido recientemente en el volumen Las puertas del cielo y otros relatos (2020). Como investigador literario ha publicado ediciones y ensayos sobre Miguel Hernández y Ramón Sijé, las revistas Batarro (Almería) y Nueva Poesía (Sevilla), el poeta jerezano Juan Ruiz Peña, etc. Como crítico literario es también autor de numerosas reseñas en prensa y revistas especializadas.

jueves, 13 de mayo de 2021

Retrato al óleo de Ramón Sijé, por Palmeral 2005. Fue el novio de Josefina Fenoll Felices, casada luego con Jesús Poveda

 

 

                                 Ramón Sijé, retrato a óleo pro Palmeral 2005
                                           Palmeral con el retrato de Ramon Sijé. mqyo de 2021
                       Pepito Marín fue el novio de Josefina Fenoll Felices, hermana de Carlos Fenoll

Para saber más sobre Ramón Sijé os recomiendo dos libros míos fáciles de adquirir en Amazon:

"Simbología secreta de la decadencia de la flauta y el reinado de los fantasmas de Ramón Sijé", estudio y edición de Ramón Fernández Palmeral. Prólogo de José Antonio Sáez Fernández.


https://www.amazon.es/Simbologia-decadencia-flauta-Fernandez-Palmeral/dp/1365647307

 Ramón Sijé, el estigmaticado, es una reseña biografica (1913-1935).

Autor Ramón Fernández Palmeral

De venta en Amazon:

https://www.amazon.es/Ram%C3%B3n-Estigmatizado-Ramon-Fernandez-Palmeral/dp/1329949544

 

Otro libro es  Ramón Sijé (semblanza) de Julio Calvet Botella

lunes, 15 de marzo de 2021

Vicente Ramos & Manuel Molina: trazos de una amistad. (amigos de Carlos Fenoll y Jesus Poveda), por Ramón Palmeral


 

 


Vicente Ramos & Manuel Molina: trazos de una amistad

Ramón Palmeral / Hoja del lunes.com

 

Conocí personalmente al historiador y político Vicente Ramos (1919-2011) a través del pintor Fernando Soria, en la sede la Asociación de Artistas Alicantinos cuando se inauguró su sede en un local de la Avenida Maisonnave el 19 de octubre de 2006.

Supe del poeta  oriolano Manuel Molina (1917-1990), afincado en Alicante, a través de Gaspar Peral Baeza, que gracia a él pude contactar con su viuda Maruja Varó, a la que entrevisté en varias ocasiones, y después en 2017 con sus hijas Marilé y Clemencia en el centenario del nacimiento de Molina.

Mostrada esta necesaria y breve  introducción he de comentar que tanto Manuel Molina como Vicente Ramos fueros amigos y entusiastas seguidores del gran poeta Miguel Hernández, publicaron en cooperación el libro Miguel Hernández en Alicante, Colección Ifach, 1976.  Por su cuenta, e individualmente publicaron otro libros. Ambos amigos tuvieron relación de amistad con Josefina Manresa, viuda del Hernández, cuando residía en Elche, e incluso ayudaron a sus estudios a Manuel Miguel, el segundo hijo de Hernández y Josefina, cuando estudió por una temporada en Valencia con el matrimonio María de Gracia Ifach, seudónimo de Josefina Escolano, y marido Francisco Ribes.

Nuestros dos personajes, cumplieron sus respectivos centenarios, primero Manuel Molina en 2017 y seguidamente Vicente Ramos en 2019 de los que me ocupé de dar  conocer en  la Red con dos sendos blogs. A Molina se le hizo una exposición en la sala Juan Francés en la Sede de la Universidad cuyo comisariado fue el profesor Cecilio Alonso. A Ramos se le hizo un Seminario que el que fui invitado a participar con una la catedrática Consuelo Jiménez de Cisneros en la Sede de la Ciudad Universitaria.

De ambos personajes existen los portales: Vicente Ramos en el centenario de su nacimiento, y Manuel Molina centenario de su nacimiento. En cuyos portales se recoge toda la información biográfica y bibliográfica que se ha podido recoger.  En Hoja del lunes.com  publiqué un artículo en 2019, anunciando los actos del centenario de Vicente Ramos.

El archivo de Vicente Ramos se halla depositado en la Biblioteca Pública Municipal de  Guardamar del Segura al cuidado de Otilia Macía Amorós, del Ayuntamiento de Guardamar en el centro de Estudios e Investigación Vicente Ramos. El legado  Manuel Molina se haya indexado  en el Centro de la Memoria Histórica de la Universidad de Alicante.

 

 

Breve reseña biográfica de Vicente Ramos

Vicente Ramos Pérez nace a las 5.45 horas del 7 de septiembre de 1919 en la calle Ingeniero Mira de Guardamar del Segura -Alicante-, hijo de Vicente Ramos Cánovas, juez de paz y propietario, y Rosario Pérez Aldeguer, hija de propietarios fallecida sobre 1922, cuando Vicente tenía unos dos años. Su hermana Rosario fallece también a los siete años de edad. Su padre viudo contraerá segundas nupcias en 1927 con Joaquina López Gil (profesora en Novelda), quien sería su segunda madre y un gran apoyo. Será en iglesia San Pedro Apóstol de Novelda donde hará la Primera Comunión, por ello decía que era hijo «eucarístico de Novelda». Tendrá una hermana de padre: Pilar Ramos López.

El traslado de su segunda madre a Alicante (1934) le anima a matricularse en el Instituto Joaquín Costa, donde entablará amistad con los que se convertirían en destacados personajes de la sociedad e intelectualidad alicantina. Sus visitas a la Biblioteca Provincial le valdrían para sumergirse en las teorías enunciadas por los grandes pensadores del anarquismo filosófico, y en diciembre de 1936 se afilia a Unión Republicana, aunque aquello era más bien una tertulia literaria, donde conocerá a Manuel Molina. Durante la guerra civil ejercerá como practicante en sanidad. Entre sus visitas a la Biblioteca Municipal, el archivero y editor Eduardo Irles y Garrigós le insta a leer a Gabriel Miró y le regala un ejemplar de “La novela de mi amigo”. Ingresa en el antiguo Ateneo, donde gracias a Manuel Molina conoce a Miguel Hernández el 21 de agosto de 1937.

Tras la guerra civil, junto con Rafael Azuar, Manuel Molina, Reolid y Francisco García Sempere escriben “Testimonios, ilusiones y desilusiones de la guerra”, y publican la primera revista literaria que surge en España tras la contienda, “Arte Joven”, de un solo número. Licenciado en Filosofía y Letras en 1943, se doctoró en la Sección de Filología en la Universidad de Valencia en 1963, con la tesis doctoral El mundo de Gabriel Miró, entre los miembros del Tribunal estaba al catedrático Mariano Baquero Goyanes

En 1941 conoce en el Casino de Alicante a Manolita Moya García, la que será su mujer en 1943, y madre de sus dos hijos Vicente José y Manuela del Rosario (Noly). Ese mismo año comenzará las clases en la Universidad Central de Madrid, licenciándose en Filosofía y Letras en 1943. Junto con Manuel Molina y Rafael Azuar lanza la revista “Intimidad Poética” y la colección de libritos “Leila”. También fue poeta con dos obras premiadas y fundamentales: “Destino de tu ausencia”, 1957 y “Elegías de Guadalest”*, 1958 con inspiración del gran poeta checo Rainer Maria Rilke del que será un admirado lector.  Fue Ramos amigo personal de Oscar Esplá (tenían masías en Benimantell), Camilo José Cela, de Buero Vallejo, de Vicente Aleixandre, Manuel Molina, Josefina Manresa (viuda de Miguel Hernández), o de Juan Guerrero Zamora, primer biógrafo de Hernández.

Para el Seminario de su centenario: Hermenéutica de Elegías de Guadalest y Rilke, de Vicente Ramos, edición no venal de 50 ejemplares numerados y agotados, por Ramón Fernández Palmeral. El lector la puede leer el libro digital en Calameo.

 

 

Breve biografía de Manuel Molina

 Manuel Molina Rodríguez, nació el 28 de octubre de 1917 en la calle Trinidad de Orihuela (Alicante). Cursó estudios primarios y comenzó el Bachillerato en el Instituto de Orihuela, con el profesor Jesús Alda Tesán, quien era colaborador de la revista El Gallo Crisis. En su juventud conoció a los poetas Carlos Fenoll, Miguel Hernández, a los hermanos Ramón y Gabriel Sijé. Participó en reuniones literarias que éstos celebraban en la tahona de la calle Arriba. En 1935 se trasladó con su familia a Alicante y un año más tarde presidirá las Juventudes de Izquierda Republicana de esa ciudad. Tras la rebelión militar de 1936 sirvió como carabinero a la defensa de Madrid. En la Alianza de Intelectuales Antifascistas de Madrid conoció a Rafael Alberti, María Teresa León, Emilio Prados y Antonio Aparicio. En 1937 visitó a Vicente Aleixandre en su casa de Velintonia de Madrid junto a los milicianos Carlos Fenoll y Jesús Poveda.

Entre los varios libros que Molina le dedicó Miguel Hernández, se encuentra en el libro titulado Amistad con Miguel Hernández, Silbo Alicante 1971, cuya portada es un grabado de Miguel Abab Miró, que según mis anotaciones éste, lo pintó para la edición de El rayo que no cesa de Rafael Alberti, Buenos Aires, 1942. Aunque no figura portada de este libro.

Terminada la guerra, y tras pasar por el campo de concentración de la Plaza de Toros de Valencia, regresó a Alicante, tuvo que hacer el servicio militar forzoso con los nacionales en Burgo. Regresó de nuevo a Alicante, y se casó con Maruja Varó Busquiel el 6 de diciembre de 1943, con la que tuvo dos hijas: Marilé y Clemencia. En Alicante ejerció como capataz de obras, y posteriormente fue secretario de la Biblioteca Gabriel Miró de dicha ciudad, bajo el patrocinio de la Caja de Ahorros del Sureste. Junto a un grupo de poetas de posguerra como el historial Vicente Ramos y el poeta Rafael Azur revitalizaron la vida literaria de la ciudad creando varias revistas literarias y antologías con Tina Mercader, Ángela Gatell, José Albi, Julián Andúgar o María Beneyto. A este grupo de poetas se le unieron pintores como Gastón Castelló, Miguel Abad Mirón, Melchor Aracil, Pérez Pizarro y el escultor Pepe Carbonell.

He de estar la coordinación que hizo Molina para la Antología de la Poesía Alicantina actual (1940-1972) donde aparecen reseñas y pomas de Carlos Fenoll, Juan Valls Jorda, Trini Mercader, Vicente ramón, Rafael Azuar, Adrián Miró, Jacinto López Gorgé, José Paya Nicolau, Carlos Sahagún Santiago Moreno Grau, Julian Andúgar, José Albi y Ernesto Contras, Caja de Ahorros del Mediterráneo, 1973

El Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert publicó Versos escogidos del poeta Manuel Monina edición de Cecilio Alonso, Alicante 1992.

Actualmente, el legado de Manuel Molina se halla en el Archivo por la Democracia de la Universidad de Alicante, cuyos albaceas son Clemencia Molina Varó (hija) y el profesor Cecilio Alonso. La correspondencia epistolar alcanza 3.800 documentos en su mayor parte literarios, que corresponden a unos 400 remitentes, entre los que se destacan Vicente Aleixandre, Juan Gil Albert, Josefina Manresa (viuda de Miguel Hernández), Gabriel Celaya, Blas de Otero, Antonio Buero Vallejo, Celia Viñas, Leopoldo de Luis, Ángel Caffarena, Santiago Moreno o Carlos Sahagún.

El poemario más destacado de Molina lo publicó en 1950, titulado Hombres a la deriva, bajo la censura franquista, de tuyo texto el autor de este artículo ha escrito el ensayo Hermenéutica de “Hombres a la deriva” de Manuel Molina, publicado en Amazon en 2017, por Ramón Fernández Palmeral. Para este libro, como he comentado me entreviste con su viuda Maruja Varó y sus hijas Marilé y Clemencia –Clemencia en honor de la hija de Gabriel Miró del mismo nombre, puesto que Molina escribió Paisajes y personajes mironianos (1879-1979) para centenario de su nacimiento..

 

Amistad de Manuel Molina y Ramos con Miguel Hernández

El Miguel Hernández que hoy conocemos no hubiera sido posible sin la dirección e informaciones que Manuel Molina aportó de sus recursos a investigadores hernandianos como Juan Guerrero Ruiz, Concha Zardoya, Marie Chevallier, Elvio Romero, Simón Latino, María de Gracia Ifach (Josefina Escolano), Leopoldo de Luis, o aconsejando a Josefina Manresa sobre la multitud de cartas que recibía de peticiones de información.

Se pensaba por algunos hernandianos que Manuel Molina aprovechó la amistad con Miguel Hernández para resurgir a su sombra como poeta, escribiendo el controvertido libro Miguel Hernández y sus amigos de Orihuela, El Guadalhorce, Málaga, 1969. Sin embargo, todo lo que dijo en ese libro era cierto, lo que sucedió es que le surgió un enemigo antiguo vecino como Ramón Pérez Álvarez, secretario de la revista Silbo (1936), que tiró por tierra a Molina y a los hermanos Fenoll, sin saberse por qué razón, tal vez por protagonismo. Además omitió su nombre en algunas cartas que no están en la Obra poética completa del autor de El rayo que no cesa.

La amistad del quinceañero Molina con los hermanos Fenoll, Ramón Sijé y Miguel Molina venía desde las reuniones de la Tahona, porque Molina vivió de joven en calle Barrio Nuevo, contigua a la calle de Arriba, donde estuvo la tahona de los Fenoll, y en la misma calle estaba la residencia del joven Miguel Hernández. Ramón Sijé acudía a la tahona por dos razones, la primera para visitar a su novia que era la bella Josefina Fenoll, hermana de Carlos y de Efrén, y la segunda porque en el alcabor de la tahona (chimenea del horno) le pedían consejos literarios a Ramón Sijé, estudiante de Derecho, tanto Carlos como Miguel, y es muy posible que Molina acudiera de oyente, puesto que esta asistencia la confirmó Carlos Fenoll en la carta en la que le decía que Molina era el benjamín de la tertulia de la tahona. La referencia a la tertulia de la tahona la había contado Molina en la revista Verbo en 1946.

El 2 de octubre de 1932, Molina estuvo presente en la inauguración del busto a Gabriel Miró en Orihuela, el parque que hoy lleva su nombre, como simple asistente, sin participar oficialmente en ningún acto, ni en la revista monográfica El Clamor de la Verdad. Asistió con Carlos Fenoll, que a pesar de que se había iniciado como poeta, tampoco participó en dicha revista ni en el Gallo Crisis, de Sijé.

Manuel Molina y Vicente Ramos conocieron personalmente en Miguel Hernández cuando estuvo al Ateneo de Alicante para una conferencia en plena guerra civil el 21 de agosto de 1937, situado en calle Villavieja, en lo que fue palacio de los marqueses del Boch de Ares.

De esta visita a Alicante saldría el opúsculo Versos en la guerra organizado  y patrocinado por Socorro Rojo, en 1938.

Conclusiones

Dos ilustres personajes de las letras alicantinas de posguerra  deben ser recordados con cierta periodicidad. El historiador Vicente Ramos tiene una importante avenida con su nombre y fue nombrado hijo adoptivo de Alicante y de Guardamar. En cambio Manuel Molina ni una calle, huérfano de otros títulos ni en Orihuela ni en Alciante.

Ramón Fernández Palmeral

 Hoja del lunes.com de Alicante, 15 de marzo de 2021 (con fotos)